En 1922, el Shihan Jigoro Kano escribió este ensayo que queríamos compartir esta semana con todos ustedes:

Seiryoku-zenyo (máximo uso eficiente de la energía) se aplica a todo tipo de esfuerzos, y consiste en utilizar plenamente las energías espirituales y físicas de uno para realizar un propósito previsto.

Seiryoku-zenyo es el uso más eficaz del poder de la mente y el cuerpo. En el caso del judo, éste es el principio en el que se basan el ataque y la defensa, y lo que guía también el proceso de enseñanza. En pocas palabras, el uso más eficaz de la mente y el cuerpo puede describirse como la utilización máxima y eficiente de la energía. En resumen, puede describirse como la máxima eficiencia. Esta idea del mejor uso de la energía es uno de los principios centrales del judo, pero también es importante para alcanzar varios objetivos en la vida. *1

Este concepto del mejor uso de la energía es la enseñanza fundamental del judo. En otras palabras, se trata de utilizar la energía de la manera más eficaz para un buen fin. ¿Qué es el bien? Ayudar al desarrollo continuo de la propia comunidad puede clasificarse como bueno, pero contrarrestar ese avance es malo… El avance continuo de la comunidad y la sociedad se consigue mediante los conceptos de “sojo-sojo” (ayudarse unos a otros; ceder unos a otros) o jita-kyoei (beneficio mutuo). En este sentido, sojo-sojo y jita-kyoei también forman parte del bien mayor. Esta es la sabiduría fundamental del judo.

Kata y randori son posibles cuando esta sabiduría fundamental se aplica a las técnicas de ataque y defensa. Si se dirige a mejorar el cuerpo, se convierte en una forma de educación física; si se aplica a adquirir conocimientos, se convertirá en un método de superación personal; y, si se aplica a muchas cosas de la sociedad como las necesidades de la vida, la interacción social, los deberes propios y la administración, se convierte en una forma de vida….

De este modo, el judo de hoy no es simplemente la práctica de la lucha en un dojo, sino que se reconoce apropiadamente como un principio rector en las innumerables facetas de la sociedad humana. La práctica de kata y randori en el dojo, no es más que la aplicación de los principios del judo al combate y al entrenamiento físico… Del estudio de los kata y randori tradicionales del Jujutsu, llegue a la comprensión de este significado mayor. En consecuencia, el proceso de enseñanza también sigue el mismo camino. Además, reconoce el valor de enseñar kata y randori a mucha gente como un arte de lucha y como una forma de entrenamiento físico. Esto no sólo sirve a los objetivos del individuo, sino que, mediante el dominio de la sabiduría fundamental del Judo, y a su vez aplicándola a muchas actividades de la vida, todas las personas serán capaces de vivir sus vidas de una manera juiciosa.

Así es como se debe emprender el estudio del judo que yo fundé. Sin embargo, en la actualidad hay muchas personas en todo el mundo que viven sus vidas basándose en los principios del judo sin saber que ésta es la verdadera esencia del judo. Si el judo que yo defiendo se propaga a la sociedad en general, las acciones que la gente emprende se convertirán en judo sin siquiera pensar en ello. Creo que, si más personas llegan a comprender los principios rectores del judo, esta filosofía también ayudará a guiar sus vidas. Por lo tanto, les imploro a todos que hagan grandes esfuerzos e inicien esta tendencia en la sociedad. *2

* 1 Kano Jigoro, The Best Use of Energy, Taisei, Vol.1, No.1, 1922.

* 2 Kano Jigoro, Jujutsu and Judo, Recognizing the Distinction of Judo, Judo, Vol.7, No.2, 1936.

Foto: Kano en los Juegos Olímpicos de 1936, al fondo, mientras Jesse Owens acepta su medalla de oro.

Fuente: Página web del Instituto Kodokan de Judo / Palabras de Kano Shihan.