Serie Jigoro Kano: ¿Quién era realmente?

Como judocas, vemos sobre todo a Jigoro Kano como el fundador de nuestro deporte y esto es normal, ya que dedicó mucho tiempo a su invención. Sin embargo, su vida también estuvo dedicada a otros desarrollos sociales, temas que nunca estuvieron muy lejos del judo.

Desde la infancia, Kano desarrolló una extraordinaria capacidad para transmitir sus conocimientos. Nunca lo hizo de forma ostentosa y menos aún despreocupada, sino por el contrario, con la convicción de que la enseñanza era la clave para el desarrollo de una sociedad armoniosa. Por eso es fundamental no olvidar nunca que el judo, que a menudo sirvió de laboratorio para experimentar nuevas ideas, estuvo íntimamente ligado al advenimiento de una enseñanza de calidad que pretendía cambiar profundamente los métodos de educación que habían prevalecido hasta entonces. Esto era válido tanto para Japón como para el resto del mundo.

La era Meiji.

Hemos visto anteriormente que, al comienzo de la vida de Kano, Japón atravesaba un periodo de profundos cambios en su estructura política, económica, cultural y social. Es innegable que esto tuvo una gran influencia en Kano. La era Meiji, que duró entre 1868 y 1912, simbolizó el fin de la política japonesa de aislamiento voluntario (sakoku) y el comienzo de una política de modernización. El paso de un sistema feudal a un sistema industrial al estilo occidental fue también generalizado y propició el progreso industrial y económico, así como avances en el sector agrícola y en el comercio con países extranjeros. Para ello, Japón se interesó mucho por lo que hacía Occidente, al tiempo que intentaba mantener intacta su cultura milenaria, pero esto no se hacía del todo sin dificultades.

Política y estructuralmente, Japón avanzó por tanto hacia un sistema en el que el patriotismo seguía vigente mientras se reforzaba la libertad individual. El educador, filósofo, escritor, empresario y samurái, fundador de la Universidad de Keio, del periódico Jiji-Shinpō y del Instituto para el Estudio de las Enfermedades Infecciosas, Fukuzawa Yukichi (10 de enero de 1835 – 3 de febrero de 1901) escribió que la libertad y los placeres debían ser la meta de la humanidad en un país rico y próspero, una revolución para el Japón feudal de antaño. Para alcanzar sus nuevas metas, Japón se dirigió a Occidente, mientras que éste desarrolló un particular apetito por las artes y tradiciones japonesas.

Sin embargo, la difusión de los conceptos occidentales no estuvo exenta de dificultades y la oposición fue a menudo fuerte, considerándose a veces las ideas europeas como un peligro para la cultura y la filosofía japonesas. La oposición entre los partidarios de un conservadurismo anticuado y los partidarios del modernismo, hizo estragos durante años antes de que la nueva constitución japonesa de 1889 pusiera cierto orden en todos estos conflictos y, posteriormente, el Rescripto Imperial de 1890 definiera un nuevo enfoque de la educación.

Las ideas desarrolladas en este Rescripto Imperial permitieron el establecimiento de una educación coherente y de libre acceso para todos, que fue la piedra angular del futuro éxito de Japón. Jigoro Kano se vio influido por estas ideas, a las que se adhirió en gran medida, salvo por los elementos que, según él, podían conducir al desarrollo no de un auténtico patriotismo, sino de un peligroso nacionalismo. Esta es otra historia a la que volveremos.

El nuevo sistema educativo japonés se basaba en el confucianismo, lo que no disgustó a Kano. Esta corriente, procedente del pensamiento chino y extraída de las enseñanzas de Confucio (551-479 a.C.), se basaba en preceptos que defendían una moral humanista, en la que el arte de vivir en armonía con los semejantes basado en el autocontrol y en la piedad familiar era fundamental para el desarrollo del individuo.

Como joven universitario, Kano se entregó en cuerpo y alma a la educación de los jóvenes y estuvo en el corazón de la maquinaria educativa japonesa durante toda su vida. No todo fue un río largo y tranquilo y Kano tuvo marcadas oposiciones con algunos de sus contemporáneos, pero siempre se mantuvo apegado a una cierta visión de la humanidad que brilla a través del judo. Japón tenía que ponerse a la altura del resto del mundo, pero no a cualquier precio. El militarismo que algunos líderes promovían unos años antes de la muerte de Kano era lo opuesto a su visión del mundo.

Uno de los principales problemas a los que se enfrentó Kano fue el coste de los estudios universitarios, a menudo desorbitado. Al provenir él mismo de una familia acaudalada, no tuvo que sufrirlo directamente, pero cuando fue consciente de la situación, luchó durante toda su vida para promover el acceso al mayor número posible de personas, sin discriminación. Su implicación e inversión le convirtieron en una figura clave en el advenimiento de un nuevo sistema educativo.

Al finalizar sus estudios universitarios, este maestro nato se dedicó a la juventud y a su desarrollo. Más tarde, entre 1912 y 1925, Japón puso en marcha nuevas reformas educativas, siendo Kano uno de sus artífices principales. Volveremos a este tema luego. Antes, hay que imaginarse al joven, ávido de conocimientos y sobre todo, fundamentalmente feliz en la transmisión de estos conocimientos. Para entender esto mejor, hay que escucharle hablar de ello: “En los días de mi juventud, cuando me enseñaban a leer, reunía a los niños de mi familia inmediata y les enseñaba con extractos. Para mí, enseñar algo a una persona era una especie de placer”. (fuente: Jigoro Kano, Père du Judo – Michel Mazac – Ediciones Budo, 2014)

Tras sus estudios, Kano se convirtió en profesor del Gakushūin. Se trataba de una institución educativa establecida en Tokio en 1877, durante la era Meiji, y su foco educativo eran los hijos de la nobleza japonesa, antes de abrir sus puertas de manera más amplia. Muy apreciado tanto por sus compañeros como por sus alumnos y a pesar de ser aún muy joven, Kano se convirtió en secretario del Gakushūin en 1884, sin dejar de enseñar. En 1888 se convirtió en subdirector de la institución y entre sus alumnos se encontraba el futuro emperador Taishō (大正天皇, Taishō Tennō, nacido el 31 de agosto de 1879 en Tokio y fallecido el 25 de diciembre de 1926), conocido por los que viven en Occidente por su nombre personal Yoshihito (嘉仁). Fue el 123º emperador de Japón y reinó desde el 30 de julio de 1912 hasta su muerte.

Jigoro Kano.

Es casi imposible enumerar todos los proyectos en los que Kano llegó a trabajar, fueron tantos y tan entretenidos. Mientras que en 1882 Kano creó el judo y fundó el Kodokan, también creó una escuela de literatura, el Kōbunkan para el estudio del inglés, a la que asistió hasta 1889. Al mismo tiempo, trabajó en la fundación de la Escuela Tutorial Kano Juku y la Escuela Kobun Gakuin, con el objetivo de proporcionar una educación integral en la que los aspectos físicos, mentales y morales estuvieran bien equilibrados.

El 18 de octubre de 1888, en una ceremonia de aniversario del Gakushūin, Kano dirigió un discurso ante el entonces emperador, el emperador Mutsuhito, más tarde conocido como emperador Meiji. Todo ello demuestra hasta qué punto Kano fue una de las figuras clave en el desarrollo educativo de Japón. Por aquel entonces se encontraba en los inicios de su carrera y sin embargo, ya era reconocido por sus habilidades y su amplitud de criterio. A pesar de esto, cuando se nombró un nuevo director para el Gakushūin, las cosas se complicaron para Kano. El nuevo director era partidario de cierto conservadurismo y quería restringir el acceso a la escuela. Kano, en cambio, quería abrirla al mayor número posible de personas sin distinción de origen, pero sobre todo también quería conceder un gran número de becas para programas de estudio en el extranjero.

Incansable, pero ahora en oposición al director del Gakushūin, aprovechó la oportunidad de un primer viaje al extranjero para perfeccionar sus conocimientos sobre los sistemas educativos occidentales, pero está también es otra historia de la que hablaremos en breve.

Autor: Nicolas Messner.
Fotografías: Nicolas Messner.
Fuente: https://www.ijf.org/news/show/a-born-teacher-7